ADICCIÓN A SUSTANCIAS QUÍMICAS: ¿ENFERMEDAD PRIMARIA O SÍNTOMA PSICOANALÍTICO?

Lo central del fenómeno de la adicción, entonces, no parece encontrarse a nivel de la conducta del sujeto, más allá que finalmente el fenómeno sí se traduzca, aunque adoptando formas muy diversas, en una conducta de búsqueda y consumo excesivos de sustancias. Incluso, tampoco parece encontrarse en la sensación de falta de control sobre el consumo que puede tener el sujeto o su entorno. Lo central sería, más bien, habría que buscarlo en el plano del vivenciar el sujeto su relación con las sustancias químicas. Lo que experimenta el sujeto es un llamado a obtener un placer particular, que tiene asociado a determinada forma de consumir alcohol y/o drogas. Es decir, sencillamente, siente ganas de consumir la sustancia, sensación que puede ir desde una intensidad muy baja a una muy alta. Este llamado, en algún momento, adquiere intensidad suficiente como para influir sobre la conducta del sujeto, de manera que éste tienda a consumir en el tiempo, de un modo que toma menos en consideración las consecuencias negativas del consumo de lo que las tomaría en caso de no estar influido por él. Este modo de consumo puede ir contra las genuinas intenciones del sujeto en algunas oportunidades, lo que lo puede llevar a experimentar una sensación de falta de control sobre la situación de consumo. Sin embargo, el sujeto no necesariamente tiene que responder que sí a ese llamado. Su capacidad de elección no está anulada, simplemente está influida por ese llamado. Por lo tanto, es perfectamente posible que el sujeto decida, dependiendo de las circunstancias, decir que no al llamado y consumir controladamente o abstenerse de hacerlo. El resultado puede ser uno u otro, dependiendo de diversos factores. Lo que sí está siempre presente es el llamado, en mayor o menor medida.

Páginas:anterior siguiente