
Esta diferencia, entre entender la adicción a partir de la descripción de una conducta o hacerlo desde la idea de la instalación de un llamado a consumir, tiene importantes implicancias para un posible acercamiento de las posiciones psicoanalítica y médica. Al entenderse la adicción desde el punto de vista de las conductas, es frecuente realizar observaciones, en el contexto clínico, que parecen confirmar el que esta conducta adictiva depende de causas psicológicas. Un sujeto que ha desarrollado una adicción, en el contexto de un proceso terapéutico psicoanalítico, podrá tener variaciones muy significativas en su conducta de búsqueda y consumo de sustancias a lo largo del tiempo. Es decir, a pesar de estar instalado el llamado, responderá que sí o que no a este llamado dependiendo de las circunstancias externas y/o psíquicas en que se encuentre. Estas variaciones, el terapeuta psicoanalítico o analista, tenderá a asociarlas a cambios psíquicos experimentados por el paciente a lo largo del proceso terapéutico. Y tendrá razón, pero sólo parcialmente. Los cambios psíquicos sólo estarán mediando, aunque muy eficazmente, la conducta adictiva, es decir, estarán facilitando la disposición a eventualmente decir no temporalmente; lo que es muy diferente de estar modificando las causas de la conducta adictiva. Sin embargo, parecerá que es exactamente esto último lo que ha ocurrido. La experiencia muestra que los sujetos que han desarrollado una adicción, siempre encuentran motivos, tal como lo anunciaba irónicamente Bleuler en la cita revisada al comienzo, para volver a consumir o para aumentar su consumo. Una disputa matrimonial, el estrés laboral, la depresión, las dificultades económicas, un momento especial, un triunfo de la selección nacional de fútbol, un recuerdo infantil cargado de placer o angustia. Las falsas atribuciones psicológicas percibidas por el paciente, sumadas a los largos tiempos involucrados en los procesos de cambio en la relación con la sustancia, harán que las pistas dejadas por el llamado a consumir queden veladas. Lo que aparecerá a la observación serán los cambios en las conductas de búsqueda y consumo de sustancias y su relación con los vaivenes de los procesos psíquicos. Así, el entendimiento de la adicción desde el punto de vista de las conductas, promoverá que las observaciones confirmen la teoría previa de la adicción, es decir, comprenderla como una consecuencia de la neurosis en última instancia.