La IM tiene, entonces, dos elementos centrales: (1) la incorporación de terceros significativos a la discusión de las alternativas de decisión y acción que tiene el sujeto; (2) la realización de un acuerdo con el sujeto, y los terceros significativos participantes, de realizar un período de muestra de abstinencia, consistente en que el sujeto intente estar sin consumo de sustancias adictivas durante seis semanas que dura el proceso, a la vez que se comienza a tener reuniones individuales y familiares. El primero de los elementos tiene un fuerte fundamento empírico, ya que como se planteaba anteriormente, la gran mayoría de los pacientes consulta movilizado por terceros significativos, marcando la incorporación de estos una importante diferencia en el resultado. El segundo de los elementos se basa en el hecho que el consumo de sustancias adictivas produce una serie de efectos sobre la situación en la que se encuentra el sujeto, que dificultan la toma y mantención de una decisión de tratarse. En este punto son interesantes los planteamientos de Heyman (2009), quien cuestiona las definiciones tradicionales de la adicción e intenta precisar qué es lo que caracteriza a las sustancias adictivas. Concluye que estas son especiosas, que no llevan a la retroalimentación auto-inhibitoria connatural al resto de las actividades, que son intoxicantes y que impiden un análisis costo-beneficio basado en una elección global. Las dos primeras serían particulares a las sustancias adictivas. La característica de especiosa alude a que involucran una recompensa de alto valor debido a la especial cualidad e intensidad de la satisfacción, a que esta es inmediata y a que los costos son desplazados hacia el futuro. El que no llevan a una retroalimentación auto-inhibitoria, significa que las sustancias adictivas no producen lo que normalmente sí ocurre, es decir, que la recurrencia de una actividad conduzca al sujeto al aburrimiento, a la fatiga o la saciedad, disminuyendo así el valor de recompensa. De esta manera, el valor de recompensa relativo al resto de las alternativas de gratificación disponibles es cada vez mayor, quedando el sujeto cada vez más atrapado en una única forma de gratificación. Si a lo anterior se agrega el que las sustancias son intoxicantes e impiden un análisis costo-beneficio global, se entiende que una detención de su consumo por un período puede ser clave para dar la oportunidad de que se generen nuevas condiciones en la situación del sujeto que le permitan tomar una decisión de tratarse.