Consumo de éxtasis, euforia y música electrónica
Éxtasis, “E”, “X”, “XTC”, “M”, “MD”, “Adán”, “Molly”, “pasti” o “droga del amor”. Variados son los nombres con que popularmente se designa al MDMA, abreviatura de metilendioximetanfetamina. Esta es una droga sintética, de composición química similar a la de estimulantes y alucinógenos. Aquellas denominaciones suelen ser sinónimos, aunque podrían implicar variaciones en la factura de la droga.
Los efectos psicoactivos que despierta el éxtasis comprenden alteraciones del estado de ánimo y la percepción. Estas serían euforia, distorsión temporal, sensación de bienestar y placer, intensificación de las sensaciones, aumento de la sociabilidad, calidez emocional y búsqueda de cercanía con los otros. De esto último que es llamada la “droga del amor”.
El consumo recreativo del MDMA o éxtasis comenzó a hacerse popular desde la década del 1970. Se asocia culturalmente a las llamadas fiestas “rave”: muchas horas continuadas de música electrónica y show lumínico. Esto, dado que el éxtasis intensificaría la estimulación sensorial propia de estos contextos y aumenta la energía para bailar largas jornadas. También, debido a que «la droga del amor» facilita la búsqueda de contacto físico con otras personas, su utilización es deseada en estos contextos masivos. Por la naturaleza de sus efectos, el uso de esta droga es de carácter más bien social y no solitario.
En Chile…
En nuestro país, las grandes fiestas electrónicas continúan siendo el contexto preferente para el consumo de esta sustancia. Sin embargo, también se ha expandido a eventos nocturnos menos masivos y de estilos diversos.
De hecho, las estadísticas muestran que el consumo de drogas sintéticas en Chile ha aumentado en un 680% los últimos dos años. El éxtasis lidera este grupo de químicos. Además, según la ONU, los escolares chilenos son los segundos que más consumen en Latino América, dentro de su grupo etario. Así, aunque su público por excelencia usualmente han sido los jóvenes entre los 18 y 25 años, la «droga del amor» ha ido seduciendo a cada vez más grupos de la sociedad. ff